Primera parte: Tu patrón del dinero

Primera parte: Tu patrón del dinero

 Vivimos en un mundo de dualidades; arriba y abajo, luz y oscuridad, caliente y

frío, dentro y fuera, deprisa y despacio, derecha e izquierda… Estos no son sino unos

pocos ejemplos de los miles de polos opuestos, Para que exista un polo debe también

existir el otro. ¿Es posible que haya una derecha sin una izquierda? Ni por casualidad.

Por consiguiente, al igual que hay leyes “extremas”. Entre las primeras hay cosas

como las técnicas empresariales, la administración financiera y las estrategias de

inversión. Son todos asuntos esenciales. Pero el juego interior es todavía más

importante. Una analogía sería un carpintero y sus herramientas. Tener herramientas

de buena calidad resulta imprescindible, pero ser un carpintero de primera que las

utilice magistralmente es aún más importante.

Yo tengo un dicho: “No basta con estar en el lugar adecuado en el momento justo.

Tienes que ser la persona adecuada en el lugar adecuado en el momento justo”.

Así pues, ¿quién eres tú? ¿Cómo piensas?, ¿Cuáles son tus creencias?, ¿Cuáles

son tus hábitos y tus rasgos de carácter?, ¿Cómo te sientes realmente con respecto a ti

mismo? ¿Qué grado de confianza tienes en ti mismo? ¿Cómo te relacionas con los

demás? ¿Cuánto confías en los demás? ¿Sientes verdaderamente que mereces la

riqueza? ¿Cuál es tu aptitud para actuar a pesar del miedo, a pesar de la preocupación,

a pesar de los inconvenientes, a pesar de las molestias? ¿Eres capaz de actuar cuando

no estas de buen humor?.

El hecho es que tu carácter, tu forma de pensar y tus creencias constituyen una

parte fundamental de lo que determina el nivel de tu prosperidad.

Uno de mis autores favoritos, Stuart Wilde, lo expresa del siguiente modo: “La

clave del éxito es elevar tu propia energía. Cuando lo hagas atraerás a la gente hacia ti

de forma natural. Y cuando se pongan a tiro, ¡pásales la factura!”.


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